El agua de maracuyá es una de los refrescos más fáciles de preparar. Solo que lleva un poco de tiempo hacerlo siguiendo la receta tradicional, pero vale la pena. Aunque existan versiones instantáneas en sobre para preparar el agua de maracuyá, el sabor no se compara. La presencia de los puntitos negros de las pepitas de la maracuyá le da un sabor y una apariencia característicos a esta bebida.
Para que el agua de maracuyá tenga un sabor intenso procura elegir las frutas más maduras. Podrás reconocerlas al ver las cáscaras arrugadas y por el olor agradable que tienen. Asimismo, para que la bebida dure más tiempo puedes guardar en el refrigerador solo la esencia. Almacenado de esta manera podrás mantenerse hasta una semana bien refrigerado. Y cuando tengas sed, sólo deberás agregar agua pura y azúcar a la esencia. Asimismo, al momento de preparar la esencia recuerda primero disolver el azúcar en el agua pura a temperatura ambiente. Ya que si lo haces cuando ya mezclaste el agua con la esencia helada, el azúcar tardará mucho más en disolverse.
El agua de maracuyá se sirve bien helada. Esto lo puedes conseguir refrigerando la esencia o agregando cubitos de hielo a los vasos. Esta bebida se sirve normalmente en vasos, pero si quieres darle un toque más elegante puedes servirlo en copas y agregarle chorritos de pisco. También puedes decorar con algunas hojas de menta los bordes del vaso o copa.
El agua de maracuyá puede ser preparado de distintas formas. Una manera más práctica para muchos es licuar las frutas luego de lavarlas, sin ser cocidas. Aunque el sabor que se obtiene es distinto, depende de los gustos de cada persona. También, algunos prefieren retirar las cáscaras y pepas de la maracuyá para obtener una esencia más suave.
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